Confesión de Fe

Nuestra Iglesia desarrolla su confesión de fe y la expresa libremente para que usted la conozca, analice y la respete.
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 Confesión de Fe de

 La Iglesia Metodista Reformada.

Artículo 1

De la Fe en la Santísima Trinidad

 

Hay un solo Dios vivo y verdadero, (1) eterno, sin cuerpo, partes o pasiones; de infinito poder, sabiduría y bondad; el creador y conservador de todas las cosas tanto visibles como invisibles. (2) Y en la unidad de esta naturaleza Divina hay tres personas de una misma substancia, poder y eternidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. (3)

(1) Deuteronomio 6:4 Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. (1Co 8:4,6; 1Tes 1:9; Jer 10:10.)

(2) Job 11:7-9 ¿Descubrirás tú los secretos de Dios? ¿Llegarás tú a la perfección del Todopoderoso? Es más alta que los cielos; ¿qué harás? Es más profunda que el Seol; ¿cómo la conocerás? Su dimensión es más extensa que la tierra, Y más ancha que el mar.” (26:14; Juan 4:24; 1Tim 1:17; Deut 4:15; Lc 24:39; Hch 14:11,15.)

(3) Mateo 3:16-17 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia. (Mt 28:19; 2Co 13:14; Jn 1:14,18; Jn 15:26; Ga 4:6)

Artículo 2

Del Verbo, el Hijo de Dios, que fue hecho verdadero Hombre

El Hijo, que es Verbo del Padre, engendrado del Padre desde la eternidad, verdadero y eterno Dios, de una misma substancia con el Padre,(1) tomó la naturaleza  humana en el vientre de la bienaventurada virgen de su substancia, de modo que las dos naturalezas Divina y Humana entera y perfectamente fueron unidas en una  misma persona para no ser jamás separadas, de lo que resultó un solo Cristo, verdadero Dios y verdadero Hombre(2);que verdaderamente padeció, fue crucificado, muerto y sepultado para reconciliarnos con su Padre, y para ser Víctima no solamente por la culpa original, sino también por todos los pecados actuales de los hombres. (3)

(1) Juan 1:18 A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer. (1:34; 1:14; Col 1:15; Heb1:3)

(2) Gálatas 4:4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley. (Jn 1:14)

(3) Romanos 3:25-26 A quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús. (1 Ped 2:24; Isa 53:12; 1Jn 2:2; 4:10)

Artículo 3

De la resurrección de Cristo

Cristo verdaderamente resucitó de entre los muertos, y tomó de nuevo su cuerpo, con carne, huesos, y todas las cosas que pertenecen a la integridad de la naturaleza             humana; con la cual él subió al Cielo (1), y allí está sentado hasta que vuelva a juzgar a todos los hombres en el último día. (2)

(1) Juan 20:25-27 Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.  Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. (Heb 9:24)

(2) Romanos 8:34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros (Mr. 16:19; Heb 7:25)

 

Artículo 4

Del Espíritu Santo

El Espíritu Santo, procedente del Padre y del Hijo, es de una misma substancia, majestad, y gloria, con el Padre y con el Hijo, verdadero y eterno Dios. (1)

(1) Juan 15:26 Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí. (Ga 4:6; Gen 1:2; Isa 48:16; 1Cor 3:16; 619) 

 Artículo 5

De la suficiencia de las Escrituras para la Salvación

La Escritura Santa contiene todas las cosas necesarias para la salvación. (1) De modo que cualquiera cosa que ni en ella se lee ni con ella se prueba, no debe exigirse de  hombre alguno que la crea como artículo de Fe, ni debe ser tenida por requisito para  la salvación. (2) Bajo el nombre de Escritura Santa entendemos aquellos libros Canónicos del Antiguo y Nuevo Testamento de cuya autoridad nunca hubo duda alguna en la Iglesia. (3)

  • 1 Corintios 1:21 “Pues ya que, en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación”. (1Cor 2:13-14) 
  • 2 Tesalonicenses 2:2 que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca.” (Gál 1:8-9; Deut 4:2; Ap 22:18) 
  • 2 Timoteo 3:16-17 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” (Jn 6:45)

Los cinco libros de Moisés, a saber Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio; el libro de Josué, de los Jueces, y Rut; dos libros de Samuel; y dos libros de los Reyes, dos libros de las Crónicas, el libro de Esdras, Nehemías, Ester, Job; los Salmos de David; tres libros de Salomón, Proverbios, Eclesiastés, y Cantar de los Cantares; los cuatro profetas mayores: Isaías, Jeremías (con sus lamentaciones), Ezequiel y Daniel; y los doce profetas menores, es decir: Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías, y Malaquías.

Recibimos y contamos por canónicos todos los Libros del Nuevo Testamento según son recibidos comúnmente.

Artículo 6

             Del Antiguo Testamento

 

 

El Antiguo Testamento no es contrario al Nuevo; puesto que, en ambos, Antiguo y Nuevo, se ofrece vida eterna al género humano por Cristo, que es el solo mediador            entre Dios y el Hombre, siendo él Dios y Hombre. (1) Por la cual no deben ser escuchados los que se imaginan malamente que los antiguos patriarcas solamente  tenían su esperanza puesta en promesas temporales. (2) Aunque la ley de Dios fue dada a través de Moisés no obliga a los cristianos en lo tocante a ceremonias y ritos, ni deben recibirse necesariamente sus preceptos civiles en ningún estado;(3) no obstante, ningún cristiano está exento de la obediencia a los preceptos que se llaman morales. (4)

  • Juan 1:17 Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. (Ex 31:18; 34;28)
  • 1Pedro 1:10-11 Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos. (Rom 1:2)
  • Colosenses 2:14-17 Anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz. Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo. (Ef 2:15)
  • Juan 15:10 Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. (Jn 14:15; Sal 112:1; 1 Jn 3:24)

 

Artículo 7

       Del Pecado Original

 

El Pecado original no consiste en la imitación de Adán (como vanamente dicen los Pelagianos), sino que es el vicio y corrupción de la naturaleza de todo hombre que es engendrado naturalmente de la estirpe de Adán. (1) Por esto el hombre dista muchísimo de la justicia original y es por su misma naturaleza inclinado al mal, de suerte que la carne siempre está contra del espíritu. (2) Por lo tanto, toda persona que  nace en este mundo merece la ira divina y la condenación. (3) Esta infección de la naturaleza permanece aún también en los que son regenerados; por cuya causa esta inclinación de la carne (llamada en griego phronema sarkos, que unos interpretan la sabiduría, otros la sensualidad, algunos la afección y algunos otros el          deseo de la carne) no se sujeta a la ley de Dios. Y aunque no hay condenación alguna para los que creen y son bautizados, el Apóstol confiesa que la concupiscencia y mala inclinación tienen de sí mismas naturaleza de pecado. (4)

  • Romanos 5:12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.

(Rom 5:14)

  • Romanos 3:10-12 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. (Sal 15:1-3: 53:1-3)
  •  Colosenses 3:6 Cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia. (Ef 2:6)
  • Romanos 7:14 Porque sabemos que la ley es espiritual; más yo soy carnal, vendido al pecado.( Stg 3:2; Pr 20:9; Ec 7:20)

Artículo 8

       Del libre Albedrío 

La condición del hombre después de la caída de Adán es tal, que, por su natural fuerza y buenas obras, ni puede convertirse ni prepararse a sí mismo a la fe e invocación de Dios (1). Por tanto, no tenemos poder para hacer buenas obras gratas y  aceptables a Dios (2), sin que la Gracia de Dios por Cristo no proceda para que tengamos buena voluntad y obre en nosotros cuando tenemos esa buena voluntad.(3)

  • Romanos 8:7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden.
  •  Isaías 64:6 Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento. 
  • Filipenses 2:13 Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad. (1Cor 12:6; Heb 13:21)

     

Artículo 9

    De las buenas Obras

 

 

Aunque las buenas obras que son fruto de la fe, y se siguen a la justificación, (1) no pueden expiar nuestros pecados, ni soportar la severidad del juicio Divino; (2) son, no obstante, gratas y aceptables a Dios en Cristo, y nacen necesariamente de una verdadera y viva fe; de manera que por ellas puede conocerse la fe viva tan evidentemente como se juzga al árbol por su fruto. (3)

  • Santiago 2:17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. (Ga 5:6)
  • Romanos 3:20 Ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.

 

  • Mateo 7:16-20 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.  No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego.  Así que, por sus frutos los conoceréis. (Ef 2:10;2 Cor 4:13-15)

 

Artículo 10

De la Justificación del hombre

 

 

Somos tenidos por justos delante de Dios solamente por el mérito de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, por la fe y no por nuestras obras o merecimientos. (1) Por lo cual, es doctrina muy saludable y muy llena de consuelo que somos justificados solamente por la fe, (2) como más largamente se expresa en la Homilía de la Justificación.

  • Romanos 3:22-28 La justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe.  Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley. (2Cor 5:19-21; Tit 3:5;Jer 23:6)
  • Tito 3:7 Para que, justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna. (Job 25:2; Rom 5:1-2)

 

 

Artículo 11

 De las obras de supererogación

 

Aquellas obras voluntarias no comprendidas en los Mandamientos Divinos llamadas obras de supererogación no pueden enseñarse sin arrogancia e impiedad, porque por ellas los hombres declaran que no solamente rinden a Dios todo cuanto están obligados a hacer, sino que por amor suyo hacen más de lo por el deber riguroso les es requerido; siendo que Cristo claramente dice: Cuando hubiereis hecho todas las cosas que os están mandadas, decid: Siervos inútiles somos. (1)

  • Job 9:2-3 Ciertamente yo sé que es así; ¿Y cómo se justificará el hombre con Dios? Si quisiere contender con él, No le podrá responder a una cosa entre mil. (Lc 17:7-10; Gá 2:17-21)

 

 

 

Artículo 12

De la Predestinación y Elección

 

La predestinación a la vida es el eterno propósito de Dios, por el cual antes que fuesen echados los cimientos del Mundo Él, por su invariable consejo a nosotros oculto, decretó librar de maldición y condenación a los que eligió en Cristo de entre           todos los hombres, y conducirlos por Cristo a la salvación eterna, como a vasos hechos para honor.(1) Por lo cual, los agraciados con ese excelente beneficio de Dios son llamados según el propósito divino por su Espíritu que obra a su debido tiempo; obedecen por gracia la vocación(2); son justificados gratuitamente;(3) son hechos Hijos de Dios por adopción; son hechos conforme a la imagen de su Unigénito Hijo Jesucristo; viven religiosamente en buenas obras, y finalmente llegan por la divina misericordia a la eterna felicidad.(4)Por un lado, la consideración piadosa de la predestinación y de nuestra elección en  Cristo está llena de un dulce, suave e inefable consuelo para laspersonas piadosas y quienes sienten en sí mismas la operación del Espíritu de Cristo, (5) que va mortificando las obras de la carne y sus miembros terrenales (6) y levantando su mente  a las cosas elevadas y celestiales,(7) no sólo porque establece de gran manera y confirma su fe en la salvación eterna que han de gozar por medio de Cristo, sino porque enciende también su amor ferviente hacia Dios;(8)pero, por otro lado, para las personas curiosas y carnales que carecen del Espíritu de Cristo, el tener continuamente delante de sus ojos la sentencia de la predestinación divina es un precipicio muy peligroso, por el cual el diablo los arrastra a la desesperación o la miseria de una vida muy impura que no es menos peligrosa que la desesperación.(9)

Además, debemos recibir las promesas divinas del modo que nos son generalmente  propuestas en las Sagradas Escrituras y en nuestro actuar seguir aquella Divina Voluntad             que tenemos declarada en la Palabra de Dios. (10)

(1) Efesios 1: 3-5   Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad (Ef 2:6; 2 Ts 2:13; 1P 1:2; Rom 8:29)

 

  • Juan 6:44-45 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí. (Jn 5:25; Ez 11:19; Gá 1:15)

 

  • Romanos 3:24-26 Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús. (Rom 8:30)

 

  • Filipenses 1:6 Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo (Ez 36:27; Jer 32:40; 1Cor 1: 8-9)

 

  • Romanos 8:16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.(Ef 1:13; Ef 4:30; 2Co 1:22)

 

  • Romanos 8:13-14 Porque si vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios. (Ga 6:8; Col 3:5)

 

  • Gálatas 5:19-24 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. 22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.  Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. (Rom 8:5)

 

  • Filipenses 2:13 Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad. (Rom 8:28; 1Co12:6; Heb 13:20-21)

 

  • Mateo 13:11 Él respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; más a ellos no les es dado.(Mt 11:25; 1Co 2:10; Col 1:27; 1 Jn 2:20)

 

  • Colosenses 2:6-7 Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él;arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias. (Col 1:10)

 

 

Artículo 13

 Del pecado después del Bautismo

 

No es pecado contra el Espíritu Santo e irremisible todo pecado mortal voluntariamente cometido después del Bautismo. Por lo cual, a los caídos en pecado después del Bautismo no debe negarse la gracia del arrepentimiento. (1) Después de haber recibido el Espíritu Santo, nos podemos apartar de la gracia recibida y caer en pecado, y por la gracia de Dios, levantarnos de nuevo y enmendar nuestras vidas. (2) Por lo tanto, debe condenarse a los que dicen que ya no pueden pecar mientras vivan, o los que niegan que puedan ser perdonados los que verdaderamente se arrepientan. (3)

  • 1 Juan 2:1 Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. (Rom 8:34; 1Tim 2:5)

 

  • Lucas 15:17-18 Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.

 

  • Romanos 8:33-36 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 

 

 

Artículo 14

 De la Iglesia

 

La Iglesia visible de Cristo es una congregación de hombres fieles en la cual es predicada la pura Palabra de Dios y los sacramentos son debidamente administrados conforme a la institución de Cristo en todas aquellas cosas que para ellos necesariamente se requieren.(1) Así como las Iglesias de Jerusalén, de Alejandría y de Antioquía erraron, así también ha errado la Iglesia de Roma, no sólo en cuanto a la práctica, ritos y ceremonias; sino también en materias de fe.(2)

 

  • 1 Pedro 2:9-19 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia. (Ex 19:5-6; Is 43: 20-21; Hch 26:16; Ap 1:6)

 

  • 2 Pedro 2:1-3 Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina.Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme. (Dt 13:1-3; Mt 7:15;1Tim 4:1; Jds 1:4)

 

 

 Artículo 15

Del purgatorio

 

La doctrina romana concerniente al purgatorio (1), indulgencias, (2) veneraciones y adoración, así de imágenes como de reliquias, y la invocación de los santos (3), es una   cosa tan fútil como vanamente inventada, que no se funda sobre ningún testimonio de las Escrituras, sino más bien repugna a la Palabra de Dios. (4)

 

 

  • Hebreos 9:27 Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio.

 

  • Hechos 8:20-21 Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero. No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios.

 

  • Éxodo 20:4-6 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos. (Is 40:18,25; Deut 4:15-19; Rom 1:22-14)

 

  • Hebreos 13:9 No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas, que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de ellas. (Ef 4:14; Col 2:7)

 

 

 

Artículo 16

Del hablar en la Iglesia en el idioma que habla el pueblo

 

Celebrar el culto divino en la Iglesia o administrar los sacramentos en lengua que el pueblo no entiende, es una cosa claramente repugnante a la Palabra de Dios y a la  costumbre de la Iglesia primitiva.(1)

 

 

  • 1Corintios 14:14-15 Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto. ¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento. (Col 3:16; Ef 5:19)

 

 

 

 

Artículo 17

De los Sacramentos

 

Los sacramentos instituidos por Cristo no solamente son señales de la profesión de los cristianos, sino más bien testimonios ciertos y signos eficaces de la Gracia y buena voluntad de Dios hacia nosotros, por las cuales obra Él invisiblemente en nosotros, y aviva no sólo nuestra fe, sino que también la fortalece y confirma. (1)

 

Dos son los sacramentos ordenados por nuestro Señor Jesucristo en el Evangelio, a saber: el Bautismo (2) y la Cena del Señor. (3)

 

Aquellos otros cinco comúnmente llamados sacramentos, a saber: confirmación, penitencia, orden, matrimonio y extremaunción, no deben reputarse como sacramentos del Evangelio, habiendo en parte emanado de una imitación pervertida de los Apóstoles, y siendo en parte estados de vida aprobados en las Escrituras; pero que               no tienen la esencia de sacramentos,

 

como la tienen el Bautismo y la Cena del Señor, porque carecen de signo alguno visible o ceremonia ordenada de Dios.

 

Los sacramentos no fueron instituidos por Cristo para ser mirados o llevados en procesión, sino para que los usásemos debidamente. Solamente producen el efecto saludable en aquellos que los reciban dignamente; pero los que indignamente los reciben adquieren para sí mismos condenación, como dice san Pablo.

 

  • 1Corintios 10:16-17 La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan. (Gá 3:27)

 

  • Colosenses 2:11-12 En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo;sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.

 

  • 1 Corintios 11:23-25 Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.  Asimismo, tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.

 

 

 

      Artículo 18

      Del Bautismo

 

 

El Bautismo no solamente es signo de profesión y nota de distinción con la que se diferencian los cristianos de los no cristianos; sino que es también signo de la regeneración, (1) por el cual, como por instrumento, los que reciben rectamente el Bautismo son injertados en la Iglesia, las promesas de la remisión de los pecados y de nuestra adopción como Hijos de Dios por el Espíritu Santo, son visiblemente selladas, la fe es confirmada, y la gracia aumentada por virtud de la oración a Dios. (2)

 

El Bautismo de infantes debe conservarse enteramente en la Iglesia, como muy conforme con la institución de Cristo. (3)

 

 

  • Romanos 6:3-4 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.

 

  • 1Corintios 12:13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.

 

 

 

 

 

Artículo 19

  De la Cena del Señor

 

 

La Cena del Señor no es solamente signo del amor mutuo que los cristianos de ben tener entre sí; sino más bien un sacramento de nuestra redención por la muerte de Cristo: de modo que para los que recta y debidamente y con fe la reciben, el pan que partimos es la participación del cuerpo de Cristo, y del mismo modo la copa de       bendición es la participación de la sangre de Cristo. (1) La transubstanciación o la mutación de la substancia del pan y del vino en la Cena del Señor, no puede probarse por las Santas Escrituras: más bien repugna a      las palabras terminantes de los Libros Sagrados, trastorna la naturaleza del sacramento, y ha dado ocasión a muchas supersticiones. (2)

 

El Cuerpo de Cristo se da, se toma, y se come en la Cena de un modo celestial y espiritual únicamente; y el medio por el cual el Cuerpo de Cristo se recibe y se comen e                   n  la Cena es la fe. (3) El Sacramento de la Cena del Señor ni se reservaba, ni se llevaba en procesión, ni se elevaba, ni se adoraba, en virtud del mandamiento de Cristo. (4)

 

  • 1Corintios 10:16-17 La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan. (Gá 3:27)

 

  • 1Corintios 11:27 De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor.

 

  • Juan 6:48-51 Yo soy el pan de vida.Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron.  Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.

 

  • Mateo 15:9 Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.

 

 

 

Artículo 20

De las dos especies

 

La Copa del Señor no debe negarse a los laicos; pues que ambas partes del Sacramento del Señor, por institución y mandato de Cristo, deben administrarse igualmente a todos los cristianos. (1)

 

  • Mateo 26:27 Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos.

 

 

 

 

Artículo 21

De la única oblación de Cristo consumada en la cruz

 

La oblación de Cristo hecha una sola vez, es la perfecta redención, propiciación y satisfacción por todos los pecados tanto original como actuales de todo el mundo. No hay otra satisfacción por los pecados, sino ésta únicamente. (1) Y así los sacrificios de las misas en las que se decía comúnmente que el presbítero ofrecía a Cristo en remisión de la pena o culpa por los vivos y los difuntos son fábulas blasfemas y engaños perniciosos.

 

  • Gálatas 3:13-14 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.

 

 

 

Artículo 22

Del matrimonio de los Presbíteros

 

Ningún precepto de ley divina manda a los obispos, presbíteros y diáconos vivir en    el estado de celibato o abstenerse del matrimonio. Al igual que a los demás cristianos, les es lícito también contraer a su discreción el estado del matrimonio, si j               u          z                      g          a                n  que así les conviene mejor para la piedad. (1)

 

  • 1Corintios 7:1-2 En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer;pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. (7:9)

 

 

 

   Artículo 23

De las tradiciones de la Iglesia

 

No es necesario que las tradiciones y ceremonias sean en todo lugar las mismas o  totalmente parecidas, porque en todos los tiempos eran diversas, y pueden mudarse según la diversidad de países, tiempos y costumbres, con tal que  en ellas no se establezca nada contrario a la Palabra de Dios.

 

Cualquiera que por su privado juicio voluntaria e intencionalmente quebrante en forma manifiesta aquellas tradiciones y ceremonias de la Iglesia que no son          contrarias a la Palabra de Dios y que están ordenadas y aprobadas por la autoridad        pública, debe, para que teman otros hacer lo mismo, ser públicamente reprendido como perturbador del orden público de la Iglesia, como despreciador de la autoridad del magistrado, y como alguien que vulnera las conciencias de los hermanos débiles.

 

Toda Iglesia particular o nacional tiene autoridad para instituir, mudar o abrogar las ceremonias o ritos eclesiásticos instituidos únicamente por la autoridad humana, con tal que todo se haga para edificación.

 

 

Artículo 24

De la autoridad del magistrado civil

 

El jefe del Estado tiene autoridad suprema en su país. Él no es responsable por el    Ministerio de la Palabra de Dios y los Sacramentos, sino por el gobierno justo de todos los que están encomendados a su cargo, para refrenar toda maldad y mantener el orden, y para guardar la libertad de culto de todos los ciudadanos. (1)

 

Los cristianos tienen libertad para tomar las armas en el servicio de su patria. (2)

 

  • Romanos 13:1-4 Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos. Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella; porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo. (1 P 2:13-14)

 

  • Mateo 22:21 Le dijeron: De César. Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios.

 

 

 

Artículo 25

De los bienes de los cristianos, los cuales no son comunes

 

Las riquezas y los bienes de los cristianos no son comunes en cuanto al derecho, título y posesión de los mismos, como falsamente se jactan ciertos anabaptistas. Pero todos deben           dar a los pobres libremente limosna de lo que poseen, según sus posibilidades. (1)

 

  • Gálatas 6:10 Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe. (2Co 8-9; Hch 4:32)

 

 

 

 

Artículo 26

Del juramento cristiano

 

Así como confesamos estar prohibido a los cristianos por nuestro Señor Jesucristo, y por su apóstol Santiago, el juramento vano y temerario; así también juzgamos que  la religión cristiana de ningún modo prohíbe que uno jure cuando lo exige la autoridad civil en causa de fe y caridad, con tal que esto se haga según la doctrina            del Profeta, en justicia, en juicio y en verdad.(1)

 

  • Esdras 10:5 Entonces se levantó Esdras y juramentó a los príncipes de los sacerdotes y de los levitas, y a todo Israel, que harían conforme a esto; y ellos juraron. (Dt 10:20; Neh 13:25; 1R 8:31)